Ketchikan - Alaska

Los dos días siguientes fueron casi igual de intensos, con mucho estudio, un examen, que me saque 10 (diez) y muchas idas y venidas… en el barco ya casi no me pierdo, y puedo ir de mi camarote a el comedor y las diferentes barras sin demasiado problema.
Ayer (el 1ro de Setiembre) Verónica, nuestra trainer, nos dejo bajar en Ketchikan, un puerto pequeño e historico en Alaska.
La emoción que teníamos todos era increíble!!!! Hicimos un poco de shopping, me compre una gorra que dice ALASKA (obviamente) y una correa para tarjetas. Después fuimos a comer a un bar en el un 3er piso donde nos dedicamos la pescado, me comí una sopa de pescado con un sándwich de Halibut, un pescado blanco increíble… Tengo que encontrar un proveedor que mande pescado de Alaska a Buenos Aires fresco por avion para poner mi restaurante de Sushi… Las anécdotas del día son la de el mozo sacando 10 veces la misma foto (la del grupo) con 10 cámaras diferentes, y la otra, que Paul, el colorado grandote que tuerce las piernas, contó mal la plata y terminamos dejando u$s 75 sobre una cuenta total de u$s 175. Lo queríamos matar!!!!!!
Por las noches nos están mandando a diferentes barras a trabajar, o mas bien a ver como se hace. Anteanoche hubo una fiesta en el Bar de Tripulación (Crew Bar) y hubo varios que quedaron con resaca, por el otro lado, también hubo tres mexicanos que se pasaron de la raya y fueron mandados a casa desde Ketchican… los vi cuando de iban…
La mayoría de los bartenders y bar stewards son de origen asiático, y muchas veces es difícil entenderlos, no solamente por el acento (y convengamos que tengo experiencia en eso) sino por que son medio cerrados… Sabíamos que no nos iban a ver con buena cara ya que nosotros entramos directo a la barra desde la calle y ellos tienen que hacer mucha carrera como stewards (meseros de barra) para poder llegar… es casi un privilegio, y ellos no nos ven con buena cara porque estamos ocupando el puesto que alguno de sus amigos o por lo menos compatriotas, podría estar ocupando… Por el otro lado, por la brecha cultural, son bastante cerrados, y por mas que nos enseñan por que saben que es su trabajo se nota que no siempre lo hacen de buena gana.
Ayer, la salida de Ketchican fue a las 4 de la tarde ya que por la zona donde transitamos hay mucho para ver, y encima tuve la suerte de que me toco una barra afuera, en la popa y si bien estaba fresco y ventoso, se veían todos los panoramas y pude sacar un montos de fotos mientras el Capitán explicaba que era lo que íbamos viendo de cada lado. Una de las cosas que mas me llamo la atención era que en una isla entre canales ¡había una casa! El tipo había cumplido sueno de la casa en la isla privada… de unas 2 hectáreas y con pinos centenarios, le saque unas cuantas fotos a eso.Por la noche estábamos todos nerviosos por que a la mañana teníamos el segundo test, con diez Martines diferentes, y lo peor es que las recetas no siguen una regla general, entonces cada receta es completamente diferente. Trate de ofrecer Martinis durante la noche, en el bar, para practicar, pero me resulto imposible vender ninguno, encima me toco la barra con Nikki, la rubiecita, que se puso a discutir conmigo que vodka es mejor, si Absolut o Grey Goose delante de la clienta a la que yo le había ofrecido su Vodka Collins con Absolut, ¡por supuesto!, pero bueno… es una nenita de 21 anos.