Embarcando en el Dawn Princess

El día empezó temprano… a las 6:15 nos venia a buscar el micro para llevarnos al barco. Con Chicco habíamos arreglado levantarnos a eso de las 5:15. Nos terminamos de arreglar con el equipaje y bajamos… En el hotel había desayuno buffet, me comí unos huevos revueltos con panceta, unas tostadas, un jugo y un café con leche, y de ahí al micro…
Lo raro de toda esta experiencia es que son pocos los que conocen a alguien en el barco, y hay muchos con su primer contrato, como yo, entonces, cuando hablaste con alguien por 5 minutos, ya es tu amigo, o por lo menos tu única relación… y no hablemos de encontrar a un argentino, o aunque sea un uruguayo o un chileno… ¡Si! Si hasta me puse contento de encontrar chilenos! Si de solo escuchar tantos lenguajes y acentos encontrar alguien que hable castellano te da nostalgia y ganas de charlar… de lo que sea!!!!!
La cuestión en que llegamos al puerto, hicimos colas, llenamos formularios, charlábamos, hasta que llegamos arriba del barco… ADENTRO!!!!!!!!!!!!!!!!!! Ya estaba arriba del barco!!!!! Ya había pasado por la planchada!!!! Y ahí nos íbamos amontonando los que ibamos a la barra… en total sumábamos diez. La pucha que cantidad de bartenders, todos juntos…
Después nos explicaron, este es el barco de entrenamiento de bartenders de toda la flota… así que aquí estábamos 10 bartenders altamente calificados (yo dentro del grupo me siento uno mas del montón, todos tenemos mucha experiencia en barras y management…)
Después llego Verónica, nuestra Entrenadora (el nombre confunde… es filipina) Muy calmada, muy tranquila, al principio desconfié, pero después me di que es una verdadera eminencia (la verdad es que ella es la única entrenadora de bartenders de toda la flota…(unos 17 barcos con unos 6 supervisores, 20 bartenders y 35 ayudantes cada uno, un total de unos 870 personas que ella entreno’ en algún momento!!!) De ahí nos fuimos acomodando, después fuimos a la oficina de Personal a arreglar detalles, nos dieron la habitación a cada uno, a mi me toco con Ross, un pibe de Inglaterra que viene a perfeccionarse en administración de Barras ya que estudia Hoteleria.
Después de acomodarnos nos dieron el plan de trabaja del día, tuvimos un introducción a la seguridad del barco con el 1er Oficial y básicamente nos dedicamos a perdernos dentro del barco… Esto es un laberinto gigante lleno de puertas y escaleras (y filipinos, indios, tailandeses ¡TODOS EXTRANJEROS!
Por la tarde, después de la inducción tuvimos clase en la sala de conferencias del barco y después fuimos a dar una recorrida por la parte interior del barco.
El salón comedor tiene varias partes. La de cocina, que es como un tenedor libre, donde uno se sirve lo que quiere… la comida es buena, es la que baja del Buffet de los pasajeros y algunas cosas que son propias para nosotros, pero hay mucha verdura, mucha fruta y jugos y postres a granel. El café es una porquería, liviano como agua sucia (dicho esto continuo) después esta el bar, que se parece a una disco de los 70’s, con silloncitos, pantalla gigante, maquinas tragamonedas y fonola. Es uno de los muy pocos lugares donde se puede fumar, por eso mis compañeros van seguido, pero yo no lo piso casi nada.
Nos fuimos a dormir a las 22:00 destruidos pero contentos y exitados. Metermos en esa cama fue apoyar la cabeza y quebrar…