La segunda parte de mi historia china es un poco mas agradable… al día siguiente estábamos en Xing Gang, el puerto cercano a Beijing… Llovía, había viento y era día de Turn Around (recambio de pasajeros… un quilombo, digamos) toda la M1 llena del os carros de valijas, los de seguridad corriendo por todos lados, los de Acomodations (los que se encargan de las valijas y las habitaciones de los pasajeros) laburando como perros… en fin, como decía… un quilombo… y yo tenia unas 2 horas libres… así que ¡a tierra!
Xing Gang es lo mas parecido al viejo puerto de Buenos Aires allá por principio de los 80, cuando lo conocí… viejo, sucio, lleno de depósitos vacíos e inmenso… como todos lo que hacen los chinos ¿será para compensar la pequeñez inguinal? Encima llueve y hay niebla… con Gabriel, mi compañero en esta aventura, bajamos del barco, ahí nos encara una china con paraguas y se ofrece a llevarnos en taxi a su tienda para marineros… y vamos… en la tienda no hay una goma que sirva, whisky berreta, cigarrillos de marcas imposibles de nombrar y electrónicos de marcas incomparables, como unos celulares marca NCKIA (no, no es un error de tipeo) viste que casi no notas la diferencia… lee de vuelta… NCKIA… cuando desistimos y pedimos que nos lleven de vuelta al barco se ofrecen a llevarnos a un bar para Chiqui Chiqui… palabras ampliamente divulgadas en el Asia para describir el acto reproductivo humano pero con una chica de ocasión, y si intenciones reproductivas…
Digamos que tenia un poco de tiempo libre… y si bien, meterme en un antro chino no me llamaba demasiado atención, teniendo en cuenta mi desastre de ayer, fuimos… a ver… recapitulemos… eran casi las 9:30… llegamos y el lugar estaba cerrado… lo abrieron para nosotros… las chicas, a medida que se despertaban venían a saludarnos… todo bastante patético, yo tenia ganas de estar en otro lado, pero por el otro lado, estar en la China, y no chingarse una chinita (eufemismo mexicano para el acto reproductivo humano) era un despropósito… así que ahí fuimos… elegí la mía, pero no estaba muy convencido… ella, chocha, y yo dudaba… en eso aparece una flaquita, pelo largo, bien peinadita y con un vestido rojo brillante ajustado, y encima hablaba un poco de ingles… así que la mire a la Madama y le hice la típica seña de poner los dos dedos índices uno arriba del otro apuntando en sentidos opuestos y girarlos concéntricamente en sentidos opuestos… ¡Cambio Referí!, y me la lleve a la flaquita…
La habitación era medio desagradable… casi peor de las que he conocido en mi ciudad natal en épocas de poco presupuesto y la cama no tenia colchón… era una tabla con unas sabanas encima, pero la chinita compensaba… se saco el vestido demasiado rápido para mi gusto, no hubo imaginación, pero la vista era buena… yo había pagado servicio completo, eso significaba que durante la modorra que nos agarra a los hombre después de estos menesteres, la chinita de puso a hacerme masajes y a caminarme por la espalda… eso es servicio… Sali renovado… Valio la pena venir a la China…
No comments:
Post a Comment