Dormi tres horas, pero mi jefe, a falta del franco que no me pudo conseguir me dio un horario con seis horas libres, desde las 9:00 a las 15:00. Estaba re contento… Hong Kong es una ciudad tan grande, interesante y cosmopolita… ya me la habia perdido la vez pasada por estar en In Port Manning (IPM, mantener una dotacion minima para manejar emergencias… digamos, sino se bajan todos…) habia arreglado con Sophia para que vayamos juntos, que ella tenia que arreglar algo en su celular.
Aca hagamos un paréntesis asi la presento a Sophia.
Sophia tiene algo mas de 40 anos, es alemana de nacimiento pero criada en Buenos Aires, y es mas porteña que el Dulce de Leche. Es la encargada de coordinar todos los tours de los pasajeros alemanes que vienen al barco. Llego hace como un mes y desde el principio todo le salia mal… cuando llego no tenia cabina, nadie sabia que es lo que hacia, ni para quien, no tiene status de pasajero, pero tampoco como miembro del personal,(aunque deberia) no tiene oficina, ni coneccion a Internet, ni nada. Pero tiene unos ovarios a prueba de balas. La conoci cuando apenas llegaba que me ve en el Calypso y cuando ve lee en mi chapa que soy argentino nos pusimos a charlar. A partir del ahí le preparo un cortadito todas las mananas, charlamos y nos divertimos.
Resulta que a Sophia se le pegaron todos los problemas de comunicación posibles que se pueden tener arriba de un barco en el medio de los mares de Asia, entonces no podia ni hablar con sus agentes en los diferentes puertos, ni con su jefe en Bonn, y tenia que arreglar todo con alambre, con la presion que eso acarrea. Cada vez que la veia en medio cajoneada trataba de levantarla, ponerle el hombro y ayudarla con los problemas tecnicos que tenia con su computadora, que eran varios. Tambien la fui asesorando de con quien hablar en las diferentes areas para no chocarse demasiado la cabeza contra la pared en sus tareas cotidianas, y compartimos unas cervezas en el Crew Bar de vez en cuando.
Cerremos paréntesis.
Cuando llegamos a Hong Kong desde el puerto me di cuenta que esta senora es una leona en lo suyo, el turismo y encima, como tiene a sus agentes de viajes locales en cada puerto, siempre hay algun contacto.
Nos pusimos a caminar un poco por Kowloon, que es la parte de Hong Kong que esta en el continente, me compre un par de gemelos que estaban lindos, con una copa y una botellita, que quedarian barbaros un mi uniforme formal, unas postales y un vasito de shot. En eso, sin darme cuenta, miro por donde estabamos caminando y veo que estoy en la entrada de ¡Peninsula Hotel! El hotel mas famoso y tradicional de todo Hong Kong, comparable con el Waldorf Astoria de Nueva Cork, el Ritz de Paris, el Raffles de Singapur o el Plaza, de Buenos Aires. Hotel que aparece retratado en todas las películas que hablan de esta ciudad e incluso en Tai Pan, la miniserie que protagonizo Pierce Brossman a principios de los 80, situada aca, en Hong Kong. ¡Y yo estaba en la puerta! Con la emocion me saque las fotos de rigor (habia un Bentley en la puerta), y cuando estabamos en la otra punta de la vereda dije:”esto no puede ser asi…” la miro a Sophia y le digo:
-te invito un café.
-¿eh? ¿Dónde?
-¡en el Peninsula Hotel de Hong Kong!
Asi que alli fuimos, nos abrieron las puertas unos porteros de guante blanco, nos sentamos en el Lobby Bar, nos pedimos un par de capuchinos, y nos dedicamos a disfrutar del lugar, el momento y una charla relajada y amable, como la que se tiene solo con amigos y que solo un argentino puede tener, y esas que en el exterior hace tanta falta.
Fue uno de esos momentos que no voy a olvidar nunca en mi vida.
Después del Peninsula, ella me dijo que teniamos que ir al Victoria’s Peak, que es uno de los puntos mas altos de toda la ciudad, que se llega solo por un tren (llamado “Tram”) que es muy empinado, ya que es en una montana, y desde donde se ve absolutamente toda la ciudad, el puerto y la bahia. Las vistas son increíbles. No me voy a poner a describirlas por que no me quiero frustrar al darme cuenta que me faltan las palabras para describir esta ciudad (que de noche es peor, con todos los edificios iluminados, pero eso viene después) para eso estan las fotos… pero es un lugar increíble, y encima, según los lugarenos, de pura suerte (¿?) nos toco un dia esplendido. Sin una nube en el cielo (estamos en la temporada de lluvias, aclaro) y con un sol radiante.
La vuelta la hicimos en taxi, ya que estabamos medio cortos de tiempo.
Cuando llegamos le regale los gemelos a Virgilio, mi supervisor, en agradecimiento por los malabares que esta haciendo en los horarios para que pueda bajar (hoy, por ejemplo, se que quedo dos horas mas para que yo salga) y a la noche fui a trabajar al restaurante.
SAILAWAY
Con el tema del Martini bar me puse a tirar anzuelos a ver quien se me prendia, estamos hablando de chicas, obviamente. Con Adriana, ayer, la pasamos barbaro, pero nunca hubo onda para nada mas que charlar, ni creo que la haya no que ninguno de los dos la busque, pero yo quiero algo mas… asi que ya hace unos dias que tenia las lineas con la carnada. Hay un par que estan rondando, una que picoteo pero no se comio el anzuelo, y una que si…
Se llama Irina, es rusa, tiene 26 anos, rubia, ojos marrones, y una sonrisa espectacular.
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