Sunday, October 17, 2010

Wellington, Nueva Zelanda… a la tardecita.

Hace un frio bárbaro, es domingo (por lo menos por acá) hay viento, y estuvo lloviendo todo el día. Tuve un par de horitas libres, como para salir, pero con el clima como pintaba, me quedé en el barco, me miré una película (bueh, a pedazos… estilo barco) y dormí una flor de siesta. Ahora me estoy por tomar unos mates, y me faltan las tortas fritas, saladas, por favor. Bah, nunca fui muy fana de las tortas fritas, pero es parte del asunto. Eso y dormir la siesta en cucharita, que voy a tener que esperar hasta el otoño. Y hablando de las estaciones del año, nadie le dijo a los kiwis (ese es el patronímico para los nacidos en Nueva Zelanda) decía, nadie le dijo a los kiwis que estamos en primavera? No jodan, viejo! Un frio así no lo tenía desde que estuve en Alaska, y allá si que hay razones para tener frio. Y yo que no me traje ni una camiseta de frisa. Y que los puristas de la moda digan lo que quieran… yo, en Alaska uso camisetas de frisa que me las compraba en la tienda de Eduardo, allá en la esquina, a la otra cuadra de la Parroquia, pero ya no más, porque ya no están bendecidas por el Papa, y si me vienen a decir que mis camisetas de frisa, para cuando voy a Alaska no tienen que estar bendecidas, no se las compro… al fin y al cabo son mis camisetas… y si las quiero comprar en domingo, es asunto mío. Si al fin y al cabo quiero tener mis camisetas de frisa, bendecidas por el Papa y compradas el Domingo Día de la Madre, es asunto mío, mío y de mi Ángel de la Guarda… y si no que les pidan clases de Angelología a la esposa del Doctor, que ella si que la tiene clara. Ehhhh…??? Me fui para el lado de los tomates, no? Y más vale que no empiece a hablar de tomates, que hace frio… estamos en época de tomates, Ingeniero Agrónomo? Pucha, me perdí el programa del viernes para llamarlo y preguntarle.
La cuestión es que me estoy cantando de frio, literalmente en el culo del barco… barco en ingles es femenino, la tienen clara los sajones, tratan a los barcos como si fueran minas… no como los latinos, que para nosotros, los barcos son machos… Lindo asunto para charlotear, entre mate y mate con la Licenciada Motorizada. Y usted que piensa, Licenciada? Retomemos que no se puede doblar a la izquierda si hay semáforo… me estoy cantando de frio, en el culo de la nave (viste, hay un sinónimo en femenino para barco) con un viento que la raja, y porque? Por que nadie le mando un mail a los kiwis (los neozelandeses, no la fruta… oia, y la fruta es originaria de Nueva Zelanda, que casualidad, aunque mi Madre diría:”causalidad”) avisándoles que estamos en Primavera.
Es que estos kiwis están del tomate (los neozelandeses, no los frutos… que si estuvieran del tomate serian rojos, no verdes) por que viven todo adelantado, por ejemplo, aca son las 20:30 del domingo 17 de octubre y en casa deberían ser las 12 del mediodía… creo… ahora llamo y pregunto! Encima creo que es el Dia de la Madre… menudo asunto para la Señora, que siempre se me pone sensiblona en estas fechas, y yo desde otro océano. Por lo menos estamos en el mismo hemisferio, bajo las mismas estrellas… aunque alla todavía es de dia… que lo parió. Peor sería estar no solo en otro mar sino también bajo otro cielo, aca por lo menos puedo ver las mismas estrellas que ella. Es feo ser extranjero bajo estrellas ajenas. Aunque me sorprendió la vez pasada cuando se despedía por teléfono, la Señora, mandándome un “Abrazo de Osa Mayor”.
Volviendo a los Kiwis (los neozelandeses, no esos pájaros nocturnos que ni vuelan, que también son de aca) están todos locos… viven tan en el futuro que se creen que están en otoño! Y tienen un frio en el marote! A ver si me escuchan: “Muchachos, están en el Hemisferio Sur, es octubre, por lo tanto primavera! Saquen a pasear el sol y manden el viento de vacaciones para el norte, que allá lo están esperando! No, si tengo que venir yo para hacerles acordar…
Hable’ a la Argentina, es Domingo por la mañana… muy de mañana… como las 5:40 de la mañana! Y los desperté para preguntarles la hora, pero no me guardan rencor por el sueño interrumpido, porque es el Dia de la Madre, conclusión: si quiero preguntar qué hora es en casa, cuando estas lejos, y con riesgo de despertarlos a cualquier hora de la madrugada o de la siesta, mejor hacerlo cuando es el Día de la Madre, o algún cumpleaños, o alguna de esas fechas, no como cuando me quise hacer el gracioso llamando desde Vietnam, cuando estaba tirado en una reposera en la playa y en casa era invierno (por que los vietnamitas saben que el Verano es cuando en casa es invierno, no como los kiwis, que están del tomate, pero son verdes) Decía, y en casa eran la 1 de la mañana, y los desperté, y les conté que estaba en la playa, tomando sol, almorzando y clavándome una cervecita mientras allá era invierno, hacia frio y tenían las narices goteando… pero que hizo la ladina de mi Madre?, a sabiendas que yo hacía meses largos que no comía una buena comida casera... poniendo su mejor vocecita inocentona me pregunto’ que si yo sabía lo que habían comido la noche anterior, y se puso a recitarme todas esas cosas que ponemos en una buena parrillada, que no las voy a enumerar porque no quiero que se me haga agua la boca. Asi fue que aprendi la lección de no llamar a cualquier hora para molestar… Salvo que la molestia venga acompañada de una alegría, que si no me sale el tiro por la culata…
Ahora, volviendo a las historias del barco, anteayer me despierta el teléfono a las 8:30 de la matina. Miro el identificador y era de la oficina de mi jefa… pucha! Me quede dormido? No… era para notificarme que había sido elegido para una Prueba de Drogas. Que vaya al Bar de Tripulantes y que allí me iban a estar esperando… Imagínense la emoción! Por fin iba a poder probar drogas! En el bar esperaba encontrar algo de buena música, luces psicodélicas… pero me pareció que algo estaba mal cuando lo que encuentro es a la Gerente General que me manda a que me den un frasquito y de ahí al baño. La miro, me mira y debió ver mi cara de desconcierto, por que el frasquito estaba vacío. Yo esperaba encontrar alguna pastillita, algún polvito o, aunque sea, alguna yerbita, pero no, estaba vacío. Entonces le digo:
- Pero acá no hay nada…
- No… llénalo…
- Que? No era que iba a probar drogas?
- NO! Acá vamos a ver si las probaste!!!
Ufa! Y yo que vengo más limpio que la Madre Teresa…
Asi que voy al baño lo lleno, me dan una constancia, y listo…
Me vuelvo a mi camarote, y sigo durmiendo. Desilusionado!

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