Thursday, June 10, 2010

I 95 parte 2

Al dia cuatro,los signos de stress eran evidentes en todos nosotros. Nadine tenia ataques de llanto,a Nico le salio un derrame en el ojo, los indonesios,naturalmente sonrientes, estaban parcos y yo no podia dormir, y Emily no me dejaba tampoco,pero de eso no me quejo, de hecho fue una gran terapia. Pero asi y todo, cuando despues de la verificacion de identidad en Skagway, y de verla a Nadine llorar delante del agente de migraciones, y que este se quedaba impasible ante el pedido de informacion, lo fui a ver a Jaco, el medico de abordo, y un viejo amigo. Me hizo un ECG porque andaba con palpitaciones y me sangraba la nariz.

Todo dio normal, solo la presion un poco alta, pero era de esperar. Estvimos charlando un rato, analizando la situacion friamente, y me empece a sentir un poco mejor. Me dio unas pastillas anti mareo cuyo efecto secundario es producir somnoliencia para mi asunto de sueno, remedio tipico de barco, y sin problemas de adiccion...
La parte mas graciosa fue cuando llegamos a Canada. Tenia el dia libre, y habia arreglado con Emily para salir a sacar fotos, pero a las 7:30 de la manana suena el telefono, que vaya al puente de mando para una reunion con el Capitan... Me puse el uniforme, fui al puente y alli me encontre con el resto de los 7 Sucios.
La cuestion es que el Servicio de Inmigraciones canadiense, advertido por la CBP que habia detenidos en el barco, pero sin precisar los motivos, queria conocernos y averiguar que es lo que habiamos hecho para molestar a los americanos, entonces decidieron entrevistarnos uno por uno y pegarle una mirada a nuestros camarotes... El asunto duro hasta la 1 del mediodia, que era la hora de zarpar. Mientras tanto nos la pasamos en el puente, charloteando con los navegantes, los oficiales de migraciones y haciendo un picnic con la comida que nos mandaron, ya que nadie habia desayunado. Cuando te llaman del Puente largas todo loque estas haciendo y vas, detalles como desayunar, son secundarios. Descubri que en el Puente tienen su propia maquina de espreso, asi que me puse hacer cafe para todo el mundo, a lo que los canadienses se empezaron relajar. Debo decir que son mas simpaticos y corteses...
Por el otro lado no encontraron ningun motivo para nuestra detencion y nos aseguraron que hasta el momento, el gobierno de Canada no tiene absolutamente nada en contra de nosotros, y que en nuestra proxima visita vamos ser mas que bienvenidos... Halagador, pero seguiamos sin bajar a tierra.
Otro dia de mar y volver a San Francisco, donde la pesadilla habia comenzado... Los comentarios eran positivos, y todos apostabamos a que se solucionaba, pero por el otro lado estabamos preparandonos para una resolucion negativa, o lo que era peor, y que era lo que nos estaba reventando los nervios a todos, la incertidumbre! No saber cuanto iba a durar, un par de cruceras?, un par de meses?, hasta el final del contrato?, permanente? Y la otra gran pregunta...Porque??? Y nadie nos sabia dar una respuesta. Asi pasamos 10 dias, en penumbras respecto nuestro presente, y nuestro futuro...
La manana del 1 de junio amanecio soleado. Dawnell se desembarcaba y yo estaba nervioso y con resaca. Ya sabia que tenia reunion con los oficiales de la CBP a las 8:30 por lo que quince minutos antes ya estaba en el lugar, no sea que llegue tarde. Me recibio la misma oficial de la vez anterior y me derivo a otra para que me "procese" dicho sea de paso, las dos estaban re-buenas, con el pelo super tirante y los uniformes ajustados... Convengamos, por contrato deben entrenar en el gimnasio al menos una hora por dia todos los dias, asi que los fisicos que tienen son envidiables... Y siempre me gustaron las chicas de uniforme. La cuestion es que me devolvieron mi I95, con el consecuente privilegio a bajar en los puertos estadounidenses, pero ninguna explicacipn de porque lo hicieron.
Baje en San Francisco con una sensacion de libertad increible pero con un poco de desazon ya que habia algo raro con Emily. Apenas me hablo' esa manana, y se fue con sus companeros de trabajo. Yo me encontre con dos de las enfermeras y Craig, el novio de una de ellas, que ya nos conociamos del barco pasado y los acompane' al centro. Pasamos por Tiffany's y me agarro la locura y me compre un dije para simbolizar mi recuperada libertad, que dicho sea de paso, queda barbaro en la cadena de plata que me compre en Acapulco. Dejamos a las chicas haciendo shopping y con Craig nos fuimos a almorzar... Por fin me pude sentar a almorzar tranquilo en mi restaurante favorito!!!
Pero lo que por un lado se arreglaba se me terminaba de arruinar por el otro... Fue la ultima vez que tuve una charla con Emily. Al dia siguiente me pateaba.

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