¡Puerto al fin! El barco llego a la terminal a las 8 de la manana de ayer, como nuestra llegada no estaba prevista para hoy, fondeamos en el rio, al mediodia subieron los oficiales de inmigración y recien a las 16:00 empezaron a dar autorización a los pasajeros para que bajen a tierra. No quedamos en Shangai hasta manana a la noche. ¡Otra trasnochada en Asia! Por mas que no me entusiasma tanto como Hong Kong, Shangai es una ciudad muy interesante y de la que guardo buenos recuerdos, como el te en la Ciudad Vieja con Christoph. Y encima Jude, mi supervisor se copo y me dio la noche libre, eso quiere decir que a partir de las 19:30 estaba libre hasta las 09:00 del dia siguiente. El tema en el barco, cuando saltan oportunidades como estas es tener con quien compartirlas, y la que me hace la gamba siempre que puede, es Sophia… que le hace muy bien que la empuje a salir, ya que cada vez que algo sale de lo previsto ella tiene a todos los alemanes encima, y en estos ultimos dias la cosa estuvo jorobada, asi que cuando le dije de salir, su primera raccion fue de querer quedarse en su cabina, pero no la deje, asi que a las 20:30 estabamos en el shuttle camino a Shangai. Cuando llegamos nos pusimos a caminar y apuntamos al Radisson Hotel, que tiene un restaurant giratorio y un night club en la punta del edificio, en el piso 47. Primero fuimos al bar, donde tocaba una banda de filipinos bastante buena, nos sentamos en la barra, pedimos un Champagne Cocktail para ella y un Martini para mi. La frustración me llego cuando no sabian lo que les estaba pidiendo... y ponerme a explicar como prepararlo, con la bendita barrera idiomatica de por medio ya era demasiado, y convengamos, estaba pidiendo uno de los tragos mas clasicos del mundo en uno de los mejores hoteles cinco estrellas de la ciudad, no era tirado de los pelos, es como ir a cualquier restaurante de Buenos Aires y que no sepan hacer una milanesa. Pero bueno, después de conseguir algo para tomar nos quedamos charlando y disfrutando del ambiente, que no nos resulto demasiado acogedor. Demasiado frio, y por la falta de comunicación, difícil de conversar con los bartenders, que en cierta forma era la idea para conseguir ideas de que hacer a la noche… Terminados los tragos bajamos al restaurante para comer algo, pero ya habian cerrado la cocina, nos sugirieron que vayamos al del lobby, ¿pero para que ibamos a pagar una fortuna ahí si no era por la vista? Sacamos unas fotos y nos fuimos. Ya eran como las 23:00 y fuimos a caminar por Nan Jing Road, la peatonal, casi todo estaba cerrando, y los grandes edificios ya estaban apagando las luce y los neones para ahorrar energia, asi que no habia mucho por ver. Después de caminar unas cuantas cuadras emprendimos el regreso al punto de encuentro para los micros que volvian al barco, que estaba en un muella a media hora del centro de la ciudad. Sophia se volvio y yo me quede haciendo tiempo ya que a la 01:00 (era medianoche en ese momento) venia Etienne, uno de los supervisores del Buffet con la novia y nos ibamos a juntar para salir juntos, en el micro de las 00:00, que habia salido del barco a las 23:30 llegaron Adriana, Catalina y Ronald, que querian dar una vuelta pero son quedarse hasta demasiado tarde, asi que nos fuimos a caminar por ahí, sacamos una fotos muy divertidas de los tipicos leones de las puertas de un edificio, hasta que nos dimos cuenta que era una comisaria… después vi en una plaza un bar muy interesante, donde nos sentamos a tomar un café. La camarera hablaba un ingles muy correcto, lo cual nos hizo sentir muy comodos, y nos dedicamos al deporte principal del barco, chusmear como vecinas aburridas. Aproveche la ocasión para tomarme un Expresso Italiano bien servido con un whisky (Maccalan).
Cuando se acercaba la hora en que venia Etienne me despedi de los chicos y me fui a buscarlos. Como vi que no llegaron en ese micro, que era el ultimo, me fui con otros del barco a un bar que era de los que nos habian recomendado, el Windows Too...
Continuara...
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