Tres horas hasta el próximo vuelo, a Jamaica. El vuelo hasta acá estuvo tranquilo, me vi una película y dormí casi todo el viaje. En la opción de Carne o Pollo elegí carne, la rocié con un rico malbec de Trapiche y después me tome un cafecito con un whisky para relajarme dormir.
La despedida fue tranquila pero emotiva, como siempre. El miércoles fui a capital a despedirme de Naty, con la que almorcé en Platón, les di un abrazo a Juan y Gaviota, y tome un cafecito con la Tia Amalia. Me gusta charlar con la Tía, tiene esa visión acida pero realista que tantas veces me hace pensar y meditar respecto de mis asuntos familiares, y me permite expresar todas mis frustraciones y descargarlas. Como una psicóloga, pero con cariño. Si hasta debería colgar un diploma más en su estudio… Máster en Pszemiarower’s
El jueves paso tranquilo. Arme las valijas relajado y livianitas. Converse mucho con Madre y jugamos un par de manos de canasta, para variar, me gano alevosamente. Pese las valijas con la balanza que me prestó Mariucha y quedaron al pelo. Almorzamos e tranquilidad, me fui a despedir de Fabio y su familia y después pase por la ferretería a despedirme de Mariucha…
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