Este chiche viene de viaje por 2 motivos.
1) Siempre tuve ganas de tener uno de estos aparatitos.
2) En honor a Favio, y como recordatorio de que tengo que lavarme los dientes todos los dias.
Favio en mi dentista y amigo, gran conocedor de vinos y compañero de emociones. Y debo decir tambien que apaprte de su profesionalismo insuperable tiene una paciencia a prueba de balas... o mejor dicho... a prueba de Madre... Lo de él es admirable, tiene una mano bárbara, aunque eso es fácil de decir con mi boca, que nunca tuve mas que una caries o dos. Pero el laburo que se está mandando en la boca de Madre no tiene nombre. Le tuvo que extraer todas las piezas de arriba y parte de las de abajo. Y laburando en quipo con la Doctorcita le estan controlando la infección y arreglando los detalles. Pero esa es la parte técnica... y la cual por la que me llamó la atención y se ganó mi estima y amistad es por su humanidad. A Madre la trata como si fuera la propia, con paciencia, con cuidado y esmero... hubo dias que la llegó a ver a la mañana y a la tarde para ajustarle algún detalle. Y convengamos... Madre con su boca es realmente jorobada... al fin y al cabo es su herramienta de trabajo, en la radio; y uno de los placeres mas grandes que tiene mi vieja es la buena comida. No hay peor sufrimiento para ella que no poder comer las cosas que mas le gustan, o cuando come tener dolor... Hace casi un año que el calvario de Madre con su boca comenzó pero tenerlo a Favio en esto nos da la confianza que se va a terminar pronto.
Al cepillo lo llevo con 2 repuestos, para cambiarlo cada 2 meses, no sea cosa que por allá no encuentre repuestos...
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